ser escolapio

Ser escolapio es una forma de mirar el mundo y de vivir la vida. Todos los escolapios aman profundamente a los niños y jóvenes con los que se relacionan, en el colegio, la parroquia, los grupos de catequesis, los internados... Aman profundamente la escuela, lugar de encuentro con Dios a través de los niños y jóvenes que se forman en ella. Maestros, religiosos y sacerdotes, los escolapios tratan de llevar a delante su lema: "Piedad y Letras", que hoy podríamos traducir como "Fe y cultura" es decir, educar evangelizando a los más pequeños, prefiriendo a los más pobres y necesitados de entre ellos.

Por eso, un escolapio posee estas cualidades:

- Ama a los niños y jóvenes, le gusta estar con ellos.
- Es maestro, enseñando a los demás, acompañándolos en su proceso de formación académica.
- Es religioso, creyente en Jesús de Nazaret, intenta seguir al Maestro viviendo como vivió Él.
- Es sacerdote, aunque no todos los escolapios lo son, pero todos viven esta dimensión de ser padre, hermano y amigo de todos, acompañando espiritualmente a los niños y jóvenes, sobre todo en procesos y grupos de fe de iniciación cristiana.
- Vive en comunidad, con otros como él, y es capaz de convivir en paz y alegría, aceptando a todos y trabajando en equipo siempre.
- Es y se siente Iglesia, a la que pertenece. Siente que forma parte del gran grupo de seguidores y seguidoras de Jesús.
- Este amor le lleva a entregarse por entero a esta causa de los niños y jóvenes, no asumiento otros compromisos más que los que se orienten a su trabajo educativo y su entrega total a Dios. 

¿Qué sientes cuando lees esto? ¿podrías ser escolapio tú también?