vocacion

Todo escolapio ha ido descubriendo su propia vocación poco a poco. Te explicamos los pasos que van haciendo a un chico descubrir su vocación de escolapio.

En primer lugar, la vocación escolapia surge dentro de un corazón cristiano, apasionado por el Evangelio de Jesús, que te invita a dar la vida en favor de los demás, a buscar algo más en la vida, a no quedarte en "lo de siempre". Te invita a ser valiente, atrevido y libre de todas las esclavitudes del mundo. 

Esta vocación es claramente educativa. Por lo tanto, los niños, la escuela, los grupos, el estar agusto con los niños y jóvenes... todos estos elementos que definen el ser escolapio han de apasionar a la persona. Por eso es importante la propia formación, porque no se puede acompañar a quien no está bien preparado. Esta preparación se irá consiguiendo poco a poco, hay que ponerse en camino.

Después aparecen unas ganas enormes de hacer algo por el mundo, de cambiarlo, de trabajar por la justicia, el amor, la solidaridad, los pobres... Ser escolapio es ser misionero allá en donde estamos, trabajando y siendo creativo, buscando un mundo "de colores".

Cuando todos estos elementos aparecen en el corazón y la mente de un chico, posiblemente Dios le esté pidiendo que sea escolapio. Este es el momento más dificil, pues hay que ser valientes y lanzarse. Comunicar a un escolapio la posibilidad de que Dios te llama y dejarte acompañar por él. Muchos se asustan, no se creen que Dios los llame a ellos o, simplemente, se dejan seducir por otras cosas del mundo. ¿Serás tú uno de esos?

Dentro del acompañamiento con un escolapio para discernir (pensar) si Dios te llama a este tipo de vida existen una serie de etapas:

1. Acompañamiento: hablas, rezas, te informas, dejas que Dios te hable al corazón. Esto lo cuentas a tu acompañante y él te ayuda a descubrir si realmente Dios te llama a esto o no. Este acompañamiento no acaba hasta que el acompañado lo finaliza, ya que necesitamos ser acompañados en todas las etapas de nuestra vida.
 2. Acogida: visitas la casa, la comunidad, de los escolapios. Rezas, comes, compartes con ellos su vida y su misión (trabajo). Descubrirás que muchas cosas giran en torno a Dios y a los niños y jóvenes. Estas dos etapas van unidas. Si realmente te sientes llamado, puedes solicitar vivir en la casa, comunidad, para comenzar un tiempo más "formal" de discernimiento.
3. Aspirante: es el tiempo en el que vives en la comunidad, compartiendo todo: oración, comidas, responsabilidades, tareas... Vives como vive un escolapio pero sin serlo. Este tiempo ayuda muchísimo a descubrir si Dios te llama a esta vocación o no.
4. Prenoviciado: si llegas a este momento es que tienes bastante claro que Dios te llama a ser escolapio. Se comienza un tiempo de preparación seria a la vida religiosa escolapia.
5. Noviciado: dura un año. Las etapas anteriores no tienen duración definida, pero esta sí la tiene. Es un año formal, necesario para entrar en la vida religiosa escolapia. En este año se estudian los documentos que recogen la vida escolapia, la historia de las Escuelas Pías, la vida de Calasanz, la pertenencia a la Iglesia, la misión educativa, etc... y se vive con intensidad la vida comunitaria: oración, tareas, responsabilidades... Al final de este año, dentro de una eucaristía, se hace la "profesión religiosa", esto es, una promesa de vivir como religioso escolapio en castidad, pobreza y obediencia durante un año. Se formaliza así la llamada que Dios te hace.

Esta promesa se renueva cada año hasta que llega el momento de renovarla para siempre. El nuevo escolapio va madurando y formándose como religioso y maestro, disponible para trabajar en la misión educativa que desarrollan los demás. 

6. Ordenación sacerdotal: después de que el escolapio promete para siempre ser escolapio, discierne si Dios le llama también a ser sacerdote de la Iglesia católica junto a los niños y jóvenes con los que esté. Si después de un discernimiento, siente que Dios lo llama a ello, dentro de una eucaristía, con el obispo diocesano, se ordena sacerdote. No todos lo hacen, pues esta es una llamada muy personal, pero es cierto que la dimensión sacerdotal es una parte imporante de la vocación escolapia. 

¿Qué te parece este proceso? Como verás es un proceso largo, donde la persona tiene tiempo suficiente para pensar, discernir, experimentar la llamada de Dios. La vocación es algo personal que cada uno tiene que descubrir y nuestra vocación es tan valiosa que dedicamos un gran tiempo para descubrir cual es y en que consiste. 

Finalmente quiero proponerte algo: si leyendo esto te has sentido emocionado, si tu corazón late con fuerza, si quieres saber más... ¡escríbenos! ¡visita nuestra casa! ¡habla con un escolapio de tu confianza! No tengas miedo, te acompañaremos y te ayudaremos a descubrir tu vocación. LOS NIÑOS Y LOS JÓVENES TE ESTÁN ESPERANDO.